[vc_row][vc_column][vc_column_text]En esta ocasión queremos explicar un tema relevante dentro de nuestra oferta de servicios. La audiometría tonal.
Se trata de una prueba subjetiva que nos permite evaluar el funcionamiento del sistema auditivo, determinar la capacidad de oír de una persona y su tipo de pérdida auditiva.
Este “examen” también nos revela si la audición está alterada en la parte de la transmisión del sonido o en la parte neurosensorial.
En palabras más sencillas, gracias a una audiometría de este tipo se puede evaluar la capacidad para escuchar susurros, palabras habladas o algo tan simple como el sonido de las manecillas de un reloj.
¿Cómo se realiza una prueba de audiometría tonal?
Este examen médico se realiza con tonos puros que permiten determinar si una persona puede percibir todas las audiofrecuencias del espectro audible o campo tonal, gracias al audiómetro, un dispositivo electrónico que reproduce sonidos a través de unos auriculares, es decir, que emite las señales acústicas para medir la audición.
Los resultados obtenidos en la audiometría se trasladan a una gráfica, conocida como audiograma, en la que están representadas las curvas auditivas.
El objetivo de esta prueba es definir el umbral de audición, es decir, los sonidos más débiles que el paciente es capaz de oír. Así, al comparar el resultado con la normalidad, se determina el grado de pérdida auditiva.
Tipos de audiometría
- Audiometría tonal liminar o de umbral: se lleva a cabo cuando el paciente es capaz de reconocer una frecuencia determinada a un volumen determinado.
- Audiometría tonal supraliminar: se estudian las perturbaciones de la sensación sonora, por encima del umbral, en relación con la intensidad, frecuencia y tiempo de permanencia.
Mediciones de la audiometría tonal para la pérdida auditiva
Los resultados de la audiometría se expresan mediante el promedio del umbral auditivo, clasificándose de la siguiente manera:[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]
- Audición normal: entre 0 y 30 dB.
- Nivel de hipoacusia: entre 31 y 40 dB. Representa una pérdida de audición leve.
- Hipoacusia moderada: entre 41 y 70 dB. Una pérdida de audición moderada.
- Hipoacusia severa: entre 70 y 90 dB.
- Hipoacusia profunda: más de 90 dB y hasta 120 dB.
- Cofosis o anacusia: pérdida de audición superior a 120 dB.
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»1123″ img_size=»large» css_animation=»fadeInRight»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Finalmente, valga decir que no es necesario esperarse a sufrir algún nivel de sordera para hacerse una prueba de audiometría tonal. De hecho, siempre recomendamos a nuestros clientes hacerse una revisión auditiva al año, especialmente a partir de los 50.
Además de la audiometría tonal, y en caso de ser necesario, solemos realizar más pruebas como la audiometría verbal, donde en lugar de sonidos se emplean palabras que deben ser repetidas de forma exacta por la persona.
Por su parte, las pruebas de timpanometría pueden descubrir cualquier problema con la acumulación de cera o líquido, daño en el tímpano o tumores en el oído medio.
Si usted considera que necesita alguna de estas valoraciones auditivas porque percibe una pérdida de su capacidad para oír, situación que puede afectar su calidad de vida, contáctenos de inmediato.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]